El enfrentamiento inesperado entre Saúl “Canelo” Álvarez y David Benavidez en el lujoso centro comercial Scottsdale Fashion Square dejó a los testigos en estado de shock.

Lo que parecía un día tranquilo de compras se convirtió en una escena de alta tensión cuando Benavidez, acompañado por su padre y dos amigos, se cruzó con Canelo en una joyería.

El altercado comenzó cuando Benavidez, visiblemente alterado, se acercó a Álvarez con una actitud desafiante, recriminándole por evitar enfrentarlo en el ring.

“No puedes ignorarme para siempre, Canelo. Aquí no hay promotores ni contratos que te protejan”, exclamó el boxeador mientras su voz resonaba en la tienda.

Canelo, conocido por su temple dentro y fuera del cuadrilátero, mantuvo la calma e intentó desescalar la situación con un tono firme: “Respeta el lugar donde estamos. Hay familias y niños aquí. Esta no es la manera en que un profesional se comporta”.

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Sin embargo, las palabras del campeón solo avivaron la furia de Benavidez, quien continuó con sus acusaciones. “Todos saben que me estás evitando.

Escoges tus peleas como quien elige relojes: solo los fáciles, solo los que te hacen lucir bien”. La tensión en la tienda creció exponencialmente mientras los clientes retrocedían y los guardias de seguridad se acercaban lentamente, listos para intervenir.

Canelo, visiblemente irritado, respondió con una calma calculada: “Es fácil hablar cuando nunca has llegado a donde yo he llegado. Hablas como campeón, pero no sabes lo que realmente significa cargar ese peso”.

Benavidez, golpeándose el pecho con furia, replicó: “El único peso que cargas es el del miedo. Miedo a un mexicano de verdad que te va a exponer”.

En ese momento, la situación alcanzó un punto crítico cuando Benavidez, en un movimiento brusco, golpeó accidentalmente un escaparate de vidrio, haciéndolo estallar en mil pedazos.

El estruendo paralizó a todos por un instante. Los guardias de seguridad aceleraron el paso, formando un semicírculo alrededor de los dos púgiles. Mientras tanto, los clientes sacaban sus teléfonos para grabar lo que se convertiría en un video viral en cuestión de minutos.

Canelo, lejos de dejarse intimidar, dio un paso adelante, acortando la distancia entre ellos. “¿Sabes a cuántos como tú ya me he enfrentado?

Cuántos dijeron exactamente lo que estás diciendo ahora y ¿dónde están hoy?”, cuestionó con firmeza. Benavidez, lejos de retroceder, insistió: “Bivol ya demostró que no eres invencible. La diferencia es que yo no solo te gano, te noqueo”.

El enfrentamiento verbal parecía no tener fin hasta que José Benavidez, padre del boxeador, logró interponerse entre ambos, entendiendo que la situación estaba a punto de salirse de control.

Mientras los guardias rodeaban a los peleadores, Canelo ajustó el reloj que había estado probando, un gesto que parecía simbolizar su despreocupación ante la amenaza de Benavidez.

Finalmente, con la seguridad ya completamente desplegada y los empleados de la tienda evacuando a los clientes, la tensión comenzó a disiparse.

Benavidez, aún desafiante, lanzó una última provocación: “Tarde o temprano, vas a tener que enfrentarte a mí”. Canelo, con una sonrisa fría, solo respondió: “Nos vemos en el ring” antes de salir de la tienda con la misma calma con la que había entrado.

El episodio dejó en claro que la rivalidad entre ambos boxeadores está lejos de ser solo un tema deportivo. Los fanáticos del boxeo ahora esperan ansiosos que este choque finalmente se concrete dentro del cuadrilátero, donde las palabras ya no serán suficientes.