Canelo Álvarez: “Necesito Mostrar que Soy Mejor” — El Ídolo Mexicano y su Obsesión con la Revancha ante Dmitry Bivol

A pesar de una carrera de más de quince años plagada de triunfos, títulos mundiales y momentos históricos, Saúl “Canelo” Álvarez aún siente que hay una cuenta pendiente que lo mantiene despierto en las noches. No es el nombre de Floyd Mayweather —el primero en vencerlo— el que resuena en su mente, sino el de Dmitry Bivol, el implacable campeón semipesado que lo superó en 2022.

Desde aquella noche amarga, donde su intento de conquistar las 175 libras terminó en una clara derrota, Canelo no ha dejado de pensar en el día en que pueda equilibrar esa balanza. “Espero tener la oportunidad de esa revancha”, declaró recientemente para The Ring Magazine. “Es la única pelea en 175 libras que realmente quiero”.

Más allá del deseo de recuperar una derrota, lo que impulsa al tapatío es algo mucho más profundo: una necesidad casi existencial de demostrarse a sí mismo que puede ser mejor. “No me molesta perder”, confesó con sinceridad. “Lo que me importa es preguntarme: ¿aprendiste algo? ¿Sabes qué no debes repetir? Esa voz interna me dice que necesito mostrar que soy un mejor peleador que él”.

Lesiones y Condiciones Adversas: La Otra Cara de la Derrota

En retrospectiva, Canelo ha explicado que su desempeño frente a Bivol estuvo lejos de ser su mejor versión. A las dificultades naturales de enfrentar a un rival más grande y técnico, se sumaron factores físicos que mermaron su capacidad en el ring.

“Estuve al 50% de mis habilidades”, reveló. “No tenía condición física porque no podía correr por mi rodilla. No podía tirar golpes ni hacer sparring por la lesión en mi mano”. Durante la preparación, llegó a pasar un mes completo sin realizar sesiones de sparring, un aspecto crítico para afinar la estrategia y mantener el ritmo de combate.

Pese a ello, Saúl considera que ofreció una actuación digna. “Incluso con todo eso, hice una buena pelea. Muy buena pelea. Pero sé que no fue suficiente”, admitió con la honestidad que lo ha caracterizado fuera del cuadrilátero.

Las lesiones, sin embargo, no son una excusa en su narrativa. Son simplemente un recordatorio de las circunstancias adversas que enfrentó. Para Canelo, el boxeo no perdona y los resultados en el ring son los únicos que cuentan, sin importar lo que ocurra en la preparación.

¿Un Cambio de División a la Vista?

La idea de dejar su trono indiscutido en las 168 libras no parece descabellada si es en pos de alcanzar su ansiada revancha. En los últimos años, Canelo ha limpiado la división de supermedianos, venciendo a rivales de la talla de Caleb Plant, Billy Joe Saunders y Callum Smith.

Con poco más que demostrar en su categoría actual, subir nuevamente a semipesados podría representar no solo un nuevo reto deportivo, sino una manera de consolidar aún más su legado.

No obstante, el propio Álvarez es consciente de los riesgos. Dmitry Bivol no ha hecho más que reafirmar su dominio en la división desde aquella victoria. Si se concreta la revancha, Canelo necesitará llegar en plenitud física, mental y estratégica.

“Quiero hacerlo bien esta vez”, afirmó con convicción. “Con una preparación completa, sin lesiones, y con todo el aprendizaje que me dejó la primera pelea”.

Más Allá de la Revancha: El Legado

Para un boxeador que ha conquistado títulos mundiales en cuatro divisiones distintas, y que ha puesto a México en lo más alto del boxeo internacional, resulta admirable que siga encontrando motivaciones tan profundas. La revancha con Bivol ya no es solo una cuestión de récord; es una prueba personal, una conversación pendiente consigo mismo.

En un mundo donde muchos campeones prefieren proteger su legado evitando riesgos, Canelo sigue eligiendo caminar por la ruta más difícil, la de enfrentar sus propias derrotas y tratar de convertirlas en victorias inolvidables.

Mientras sus fanáticos esperan ansiosos noticias sobre su próxima pelea, una cosa es segura: cuando Saúl Álvarez suba de nuevo a un ring para enfrentar a Dmitry Bivol, no será el mismo peleador que aquella noche de 2022.

Será un Canelo renovado, impulsado no por la revancha hacia un oponente, sino por el eterno desafío de superar sus propios límites.