Priscilla Presley es un nombre que ha quedado marcado en la historia del espectáculo no solo por ser la esposa de Elvis Presley, sino también por su propia trayectoria y vida llena de desafíos.

Desde su infancia hasta su relación con el Rey del Rock & Roll, su historia es una mezcla de amor, sacrificio y fama.

Priscilla Ann Wagner nació el 24 de mayo de 1945 en Brooklyn, Nueva York. Su infancia estuvo marcada por la pérdida de su padre biológico, James Wagner, un piloto de la Marina de los EE. UU., quien murió en un accidente aéreo cuando ella tenía solo seis meses.

Su madre, Ann, se casó más tarde con Paul Beaulieu, un oficial de la Fuerza Aérea, y fue con él que Priscilla creció y adoptó su apellido.

Debido al trabajo de su padrastro, la familia de Priscilla se mudaba constantemente, lo que le hizo difícil establecer lazos duraderos con amigos. Finalmente, se instalaron en Alemania, donde la joven Priscilla, de solo 14 años, conocería a la persona que cambiaría su vida para siempre: Elvis Presley.

Elvis y Priscilla: Un amor inesperado

El 13 de septiembre de 1959, Priscilla fue invitada a una fiesta en la casa de Elvis en Bad Nauheim, Alemania.

A pesar de su timidez inicial, la joven logró captar la atención del cantante, quien en ese entonces cumplía su servicio militar. Aunque sus padres se opusieron inicialmente a la relación, Elvis logró ganarse su confianza y comenzaron a verse con frecuencia.

Cuando Elvis regresó a Estados Unidos en 1960, Priscilla temió que su romance terminara, sobre todo por los constantes rumores sobre las relaciones del cantante con otras celebridades.

Sin embargo, él siguió en contacto con ella hasta que, en 1962, logró convencer a sus padres de que le permitieran visitarlo en Graceland. Finalmente, en 1963, Priscilla se mudó definitivamente a Memphis con la condición de que continuara sus estudios y que Elvis se comprometiera a casarse con ella.

Un matrimonio lleno de altibajos

Después de años de relación, Elvis le propuso matrimonio a Priscilla poco antes de la Navidad de 1966. Existen rumores de que el padre de Priscilla amenazó con denunciarlo si no se casaba con su hija, aunque otros afirman que el cantante estaba genuinamente enamorado de ella.

La boda tuvo lugar el 1 de mayo de 1967 en Las Vegas y, un año después, en 1968, nació su única hija, Lisa Marie Presley. Sin embargo, la relación comenzó a deteriorarse debido a la distancia, las constantes infidelidades de Elvis y su estilo de vida caótico. En 1973, Priscilla y Elvis se divorciaron, aunque mantuvieron una buena relación hasta la muerte del cantante en 1977.

El legado de Priscilla Presley

Tras su divorcio, Priscilla logró construir una exitosa carrera como empresaria y actriz. Se convirtió en la administradora del patrimonio de Elvis y transformó Graceland en un museo que hoy es una de las atracciones turísticas más visitadas de Estados Unidos.

A pesar de los escándalos y los momentos difíciles, Priscilla Presley sigue siendo una figura clave en la historia del rock, manteniendo vivo el legado del hombre que una vez amó.