Han pasado casi diez años desde que Clarissa Molina conquistó los corazones del público latino al coronarse ganadora de Nuestra Belleza Latina. Desde entonces, su carrera ha sido una línea ascendente marcada por disciplina, carisma y una sonrisa que ilumina la pantalla.

Hoy, la comunicadora y actriz dominicana vive uno de los momentos más sólidos de su trayectoria profesional y personal. Entre nuevos proyectos, su podcast Clarísima y la posibilidad de debutar en una telenovela, Clarissa se muestra más madura, auténtica y —como ella misma confiesa— con el corazón “bajo control”.

“Cuando caí en cuenta de que ya son diez años desde que gané Nuestra Belleza Latina, no lo podía creer. El tiempo pasa volando”, cuenta con emoción. “Recuerdo mucho algo que me decía mi papá: ‘Aprovecha el tiempo, que igual va a pasar’. Miro hacia atrás y siento que he sabido aprovechar cada oportunidad que la vida me ha puesto en el camino”.

Una década de evolución y aprendizajes

Clarissa ha pasado de ser una joven soñadora en un concurso televisivo a convertirse en una de las figuras más queridas del entretenimiento latino en Estados Unidos. Su paso por El Gordo y la Flaca le abrió las puertas a una exposición mediática enorme y, con ella, a una madurez profesional que se nota en cada proyecto.

Sin embargo, esa misma exposición ha traído consigo rumores, titulares y especulaciones sobre su vida sentimental. Cuando se le pregunta cómo maneja que la vinculen cada vez que tiene buena química con un invitado en su podcast, ella responde entre risas: “Ya uno se acostumbra a eso. Desde que comencé en El Gordo y la Flaca, cada vez que entrevisto a una figura pública masculina tienden a coquetear un poco conmigo. Es algo automático, pero me lo tomo con humor. Me encanta que la gente disfrute esas dinámicas, es parte de todo esto”.

Esa naturalidad es, quizá, una de las claves de su conexión con el público. Clarissa no pretende ser perfecta, sino genuina. “Los procesos no se pueden forzar —afirma—. Todo llega en su momento, y hay que seguir el corazón siempre”.

El corazón “bajo control”

Cuando se le pregunta directamente por su situación sentimental, la dominicana responde con su característico toque de humor: “Ya está ocupado. El cardiólogo me vio el corazón y me dijo que todo está bajo control, gracias a Dios”. Una frase sencilla, pero con un guiño claro: Clarissa está feliz, tranquila y disfrutando de una etapa de estabilidad emocional.

Aunque evita entrar en detalles, sus palabras reflejan a una mujer centrada, que ha aprendido a proteger su intimidad. En un mundo donde las redes sociales y los titulares buscan exponer cada detalle, ella elige la elegancia del silencio y la discreción.

Nuevos caminos y sueños por conquistar

El 2025 se perfila como un año lleno de nuevos desafíos para Clarissa. Además del éxito de su podcast Clarísima, que recientemente celebró su primer aniversario, la actriz dominicana tiene la mirada puesta en nuevos horizontes dentro del cine y la televisión. “Me encantaría seguir actuando en películas internacionales, tanto en español como en inglés, y continuar produciendo distintos tipos de proyectos. Amo producir y, por supuesto, seguir fortaleciendo mi marca. Todo a su tiempo, pero sí vienen muchos caminos nuevos y emocionantes”, asegura.

Esa versatilidad no ha pasado desapercibida para los grandes nombres del medio. El reconocido productor de telenovelas José Alberto “El Güero” Castro habló recientemente sobre la posibilidad de tenerla en una de sus producciones: “Tiene gran personalidad, es una mujer guapa. Creo que es alguien con muchas posibilidades y una cara muy interesante para la pantalla”.

Lejos de dejarse llevar por la euforia, Clarissa recibe el elogio con humildad. “Agradezco muchísimo las palabras de José Alberto Castro, a quien admiro profundamente. Que alguien como él valore mi trabajo me reafirma muchas cosas. Ser parte de una novela sería una gran experiencia, porque cada proyecto suma a mi crecimiento profesional”.

Una mujer que inspira

A punto de cumplir una década en Univisión, Clarissa Molina es ya un ejemplo de constancia y evolución para toda una generación de jóvenes latinos. Su historia es la de una mujer que ha sabido transformar cada reto en una oportunidad, cada crítica en impulso, y cada logro en una plataforma para crecer aún más.

Con la mirada puesta en el futuro, Clarissa se mantiene fiel a la filosofía que la ha acompañado desde el inicio: disfrutar el camino, confiar en el proceso y seguir el corazón. Y aunque su corazón esté “bajo control”, su pasión y energía por la vida no muestran señales de detenerse.