La artista enfrenta una tormenta digital mientras protege el debut artístico de sus hijos.

Shakira atraviesa uno de los momentos más intensos de su carrera con su nueva gira Las mujeres ya no lloran, pero también vive una etapa muy personal acompañando los primeros pasos musicales de sus hijos, Milan y Sasha. Los pequeños debutaron en la gala de Let It Beat, una reconocida academia de formación artística, donde presentaron el proyecto All for You bajo el sello de Sony Music Latin.

El evento fue ampliamente celebrado por el público, que elogió el talento heredado por los hijos de la cantante. Videos y fotos del show no tardaron en viralizarse, generando comentarios como “son el reflejo de su madre” o “Shakira debe estar orgullosa”. Sin embargo, un gesto durante la celebración familiar encendió la polémica y cambió el tono de la conversación.

En una de las grabaciones, se observa a Shakira sonriendo mientras posa junto a sus hijos. Justo cuando Milan se acerca para unirse a la toma, parece que la artista mueve con la mano a un niño que se encontraba cerca, lo que fue interpretado por algunos como un empujón. Usuarios en redes no tardaron en reaccionar: “¿Por qué aparta al nene así?”, “Qué feo gesto, parecía molesta”, comentaron indignados. Informa Voces Críticas.

Otros, en cambio, defendieron a la cantante colombiana, asegurando que fue un malentendido y que probablemente el niño ya se estaba alejando cuando ocurrió el gesto. “Es sólo una mala interpretación por el ángulo”, escribieron sus seguidores. La controversia se instaló y dividió opiniones en redes, mostrando cómo un momento fugaz puede volverse viral y polémico.

A la par del gesto discutido, surgió otro foco de preocupación: los comentarios maliciosos dirigidos a los hijos de Shakira. Desde su aparición en redes, Sasha y Milan han sido blanco de burlas por parte de usuarios que critican su actitud o su forma de expresarse, cayendo en estereotipos dañinos e injustificados.

Algunos contenidos incluso apelaron al discurso de género, sugiriendo que los niños “carecen de una figura paterna fuerte” por mostrarse sensibles o cantar con su madre. Estas afirmaciones, además de ofensivas, alimentan prejuicios que afectan directamente la salud emocional de menores que merecen desarrollarse con libertad y sin ser objeto de burla pública.

En un entorno donde todo se juzga y se expone, es urgente reflexionar sobre los límites. Los niños no deben ser criticados ni puestos en el centro de ataques digitales. Más allá de la figura pública de Shakira, hay dos menores que apenas comienzan a vivir y que merecen respeto. En definitiva: con los niños, no se juega.