Canelo Álvarez no solo es un invicto en el ring, sino que también es un genio de las matemáticas con un CI de 170.

Así lo demostró en una clase de cálculo avanzado en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, donde inscribióse discretamente para expandir sus conocimientos fuera del boxeo.

Todo transcurría con normalidad hasta que la profesora Linda Markam decidió transformar la lección en un discurso sobre justicia social y privilegio, insinuando que ciertos estudiantes tenían ventajas injustas.

Entre los presentes, Canelo escuchaba con atención, manteniendo la misma calma que lo caracteriza en el cuadrilátero.

Al percibir la insinuación de la profesora sobre el privilegio de algunos alumnos, Canelo levantó la mano y con un tono respetuoso pero firme, cuestionó la necesidad de reducir la exigencia académica en lugar de elevar el nivel para todos.

Su respuesta dejó sorprendidos a muchos de sus compañeros, quienes no estaban acostumbrados a ver a un atleta expresarse con tanta claridad y seguridad en temas académicos.

La profesora Markam, aparentemente incomoda por la respuesta del boxeador, decidió desafiarlo con una ecuación extremadamente compleja, esperando ponerlo en evidencia. Pero lo que sucedió a continuación dejó a todos boquiabiertos.

Con la misma seguridad con la que sube al ring, Canelo se levantó, tomó el marcador y comenzó a resolver el problema con una precisión impresionante.

Cada cálculo que realizaba era correcto, demostrando un conocimiento matemático excepcional. En cuestión de minutos, el campeón del boxeo también se convertía en un campeón del aula.

La profesora Markam no tuvo más remedio que aceptar la brillantez del alumno que intentó humillar. Mientras tanto, los estudiantes en la sala no podían creer lo que acababan de presenciar: no solo estaban en presencia de un deportista de elite, sino también de una mente privilegiada.

Este episodio no solo reafirma la disciplina y el intelecto de Canelo Álvarez, sino que también demuestra que la excelencia no tiene límites. Ya sea en el boxeo o en la academia, el verdadero talento y esfuerzo siempre hablarán por sí mismos.