La noche en que Saúl ‘Canelo’ Álvarez puso en su lugar a David Faitelson quedará marcada en la historia del boxeo mexicano.

Lo que comenzó como una entrevista con las críticas habituales del periodista, terminó con el campeón mundial desarmando cada argumento de su oponente verbal ante millones de espectadores.

El debate ocurrió en el programa “Ahora o Nunca” de ESPN Deportes. Faitelson, con su estilo incisivo, no perdió tiempo y cuestionó a Canelo sobre la calidad de sus oponentes, insinuando que evitaba enfrentarse a los rivales más peligrosos, como David Benavidez.

Sin inmutarse, Álvarez respondió con calma y claridad, señalando que cada era del boxeo tiene sus propios desafíos y que su legado estaba respaldado por hechos, no por opiniones.

El periodista también lo acusó de seguir el dinero al firmar un contrato millonario en Arabia Saudita, sugiriendo que había abandonado a los aficionados de Las Vegas.

Canelo desestimó la crítica con una respuesta contundente: “Mis aficionados están en todo el mundo y me acompañan donde quiera que pelee”. Además, defendió la expansión del boxeo a nuevos mercados, considerándolo una evolución natural del deporte.

Faitelson intentó llevar la discusión hacia la política, cuestionando si Canelo era consciente del ‘sportswashing’ en Arabia Saudita. Álvarez, sin caer en la provocación, dejó claro que él es un boxeador, no un activista, y que su papel es pelear y dar espectáculo, dejando la política a quienes corresponda.

La tensión aumentó cuando el periodista insinuó que Canelo acumulaba títulos solo por razones comerciales. Álvarez replicó que cada cinturón representa una historia y que su logro como campeón indiscutible en los supermedianos tenía un valor histórico para el boxeo mexicano.

Cuando Faitelson intentó desacreditar sus logros mencionando derrotas ante Mayweather y Bivol, el campeón le recordó que en el más alto nivel del boxeo no existen garantías, solo riesgos calculados.

Mientras Faitelson buscaba desestabilizarlo, Canelo se mantuvo sereno y articulado, demostrando que, más allá de su talento en el ring, también puede defenderse con palabras.

La audiencia fue testigo de un campeón que no solo golpea fuerte en el cuadrilátero, sino que también sabe enfrentar las críticas con inteligencia y dignidad.

La entrevista dejó claro que Canelo Álvarez no solo domina el arte del boxeo, sino también el de la argumentación. Y esa noche, Faitelson, acostumbrado a lanzar golpes verbales, terminó siendo noqueado por las respuestas de su entrevistado.