Luego del colapso del techo en la discoteca Jet Set, donde murieron más de 200 personas, antiguos empleados del icónico establecimiento rompieron el silencio.

Entre lágrimas, compartieron su versión de los hechos y cómo, durante años, advirtieron sobre el deterioro de la estructura sin obtener respuesta. El ambiente fue de profunda tristeza y desahogo emocional.

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Uno de los testimonios más conmovedores fue el de Gregory Adamés, quien trabajó durante años en el local.

Afirmó que habló en varias ocasiones con Antonio Espaillat sobre filtraciones y fallas visibles en el techo. Incluso aseguró tener pruebas de que el dueño sabía de los problemas, pero prefirió seguir operando sin hacer las reparaciones necesarias.

Muchos exempleados admitieron sentirse culpables por no haber insistido más o haber denunciado públicamente la situación antes de que ocurriera la tragedia.

Algunos, visiblemente afectados, dijeron temer por sus vidas tras hablar en medios, especialmente ahora que el caso ha tomado relevancia nacional e internacional.

En medio de la presión mediática, el empresario Antonio Espaillat también ofreció declaraciones. Dijo sentirse destruido emocionalmente por lo ocurrido, y reconoció que el techo tenía filtraciones crónicas.

No obstante, sus palabras no lograron calmar a los ex empleados, quienes consideran que todo fue una muestra de negligencia prolongada.

AQUI EL VIDEO DE SUS PALABRAS