La historia de la India María, uno de los personajes más entrañables de la televisión mexicana, es mucho más compleja de lo que muchos imaginamos.

A lo largo de los años, su personaje se convirtió en sinónimo de humildad, ingenuidad y nobleza, cualidades que conquistaron el corazón de los televidentes durante las décadas de los años 70 y 80.

Con su característico humor y su tendencia a meterse en problemas solo para salir airosa, la India María logró hacer reír a generaciones enteras. Sin embargo, detrás de esa figura tan carismática, la actriz María Elena Velasco escondía secretos que podrían haber salido de un guión de telenovela.

Quizás te sorprenda saber que la India María no solo regaló sonrisas a su público, sino que también tuvo hijos.

Un giro sorprendente en su vida personal revela que, además de ser una de las figuras más queridas de la televisión, María Elena Velasco tuvo que enfrentar una historia de traiciones, secretos familiares y dolor que al salir a la luz dejó a todos con la boca abierta.

Esta revelación viene de una mujer llamada Mirna Velasco, quien asegura ser la hija biológica de la actriz y del famoso conductor Raúl Velasco. Una historia que nadie imaginó y que en su momento sorprendió a todos.

Todo comienza con una simple pregunta: ¿Qué harías si un día descubres que la familia con la que creciste no es tu familia biológica? Eso fue exactamente lo que le ocurrió a Mirna Velasco. Desde pequeña, empezó a notar algo extraño en su vida.

Aunque fue criada por una madre adoptiva que trabajaba como empleada en la casa de la India María y Raúl Velasco, Mirna sentía que algo no encajaba.

Las diferencias físicas con su familia, las actitudes extrañas hacia ella y el trato distinto comparado con el de su hermana hicieron que su intuición le gritara que algo no estaba bien.

A los 14 años, Mirna decidió contarle a su madre adoptiva sobre ciertos comportamientos inapropiados que su padre adoptivo estaba teniendo con ella y su hermana.

Lo que ocurrió a continuación fue mucho más impactante de lo que ella esperaba. En lugar de recibir apoyo, su madre adoptiva le reveló una verdad desgarradora: no era su hija ni de su esposo. Pero lo más sorprendente vino después.

La madre adoptiva le confesó que sus verdaderos padres eran la India María y Raúl Velasco. Con frialdad, le dijo que sus verdaderos padres nunca la habían querido. Fue un golpe tan fuerte que Mirna no pudo procesarlo de inmediato.

Cuando Mirna denunció a su padre adoptivo, su familia pasó por un juicio. Durante el proceso judicial, su madre adoptiva le reveló una verdad definitiva en un pasillo de la corte: “Tus verdaderos padres son Raúl Velasco y la India María”.

Descubrir que los padres a los que había considerado suyos no lo eran, y que sus verdaderos padres nunca la habían querido, fue devastador.

Según la versión de Mirna Velasco, la India María no solo entregó a sus hijos a su servidumbre para evitar un escándalo, sino que vivió con el peso de una relación complicada con Raúl Velasco, quien tampoco estaba dispuesto a asumir responsabilidades adicionales.

Raúl Velasco, una de las figuras más prominentes de la televisión mexicana, tampoco quería complicarse la vida con hijos fuera del matrimonio, lo que llevó a la decisión de entregarlos a otras familias.

Pero la historia se vuelve aún más impactante. Según Mirna, la India María tuvo otros hijos, algunos de ellos figuras bastante conocidas en el mundo del entretenimiento, como la cantante Ana Gabriel y Denis Guerrero, vocalista de la banda Uninova.

Estas mujeres habrían sido entregadas a diferentes familias para ser adoptadas como propias. Además, Mirna menciona que conoció a otro supuesto hermano, un joven carismático y parte de la comunidad gay, que también afirmaba ser hijo de la India María.

Este descubrimiento marcó un distanciamiento definitivo entre Mirna y su familia adoptiva, impulsándola a formar la suya propia con la esperanza de darles a sus hijos todo lo que a ella le fue negado. Sin embargo, la vida le tenía preparado otro golpe aún más duro.

Tras mantener su historia en secreto durante años, decidió romper el silencio cuando una tragedia personal la golpeó: la muerte de su hijo Jonathan, quien había sido marino en los Estados Unidos y cuyo cuerpo fue encontrado en una playa de Okinawa.

Según Mirna, Jonathan había tenido una vida estable hasta que atravesó un matrimonio complicado. Tras una infidelidad con una compañera de la Marina, se divorció y tuvo una hija con su amante.

Sin embargo, su vida dio un giro trágico cuando fue encontrado sin vida. Las circunstancias de su muerte fueron extrañas y levantaron sospechas en Mirna, quien comenzó a pensar que su nuera, quien también era militar, podía estar implicada.

Desesperada por respuestas y marcada por la pérdida de su hijo, Mirna finalmente reveló su verdadera identidad al mundo: ella era la hija biológica de la India María y Raúl Velasco.

Su historia es un testimonio de secretos, traiciones y revelaciones impactantes que nos hacen cuestionar todo lo que creíamos saber sobre figuras tan queridas de la televisión mexicana.