En tan solo 90 minutos de audiencia, Blake Lively sufrió su primer revés en la disputa legal contra Justin Baldoni.

Lo que parecía una batalla prolongada ha tomado un giro inesperado y, por ahora, todo apunta a que Blake está en una posición muy desfavorable.

Las tensiones entre ambos actores han alcanzado niveles alarmantes, con acusaciones millonarias de ambos lados. Blake Lively inició la contienda con una demanda de 250 millones de dólares contra Baldoni, acusándolo de conducta inapropiada.

Sin embargo, Justin contraatacó con una demanda aún más grande: 400 millones de dólares, alegando extorsión y difamación por parte de Lively.

Durante la primera audiencia, la defensa de Baldoni, liderada por el abogado Brian Freedman, se mostró implacable.

Freedman no solo defendió a su cliente con firmeza, sino que también desmontó los argumentos de la contraparte con tal contundencia que los abogados de Lively intentaron, sin éxito, imponer una orden de silencio para evitar que Freedman hiciera declaraciones públicas sobre el caso.

La jueza desestimó la petición inmediatamente, señalando que el equipo de Lively también había hablado con los medios de comunicación.

Pero esto solo fue el comienzo de la pesadilla legal para Blake.

Mientras su equipo intentaba limitar la exposición mediática de la batalla judicial, Baldoni llevó la pelea a otro nivel al lanzar una página web dedicada exclusivamente al caso, donde publicó pruebas, documentos legales y mensajes que respaldan su versión de los hechos.

Este movimiento dejó al equipo de Lively en una situación comprometida, pues fue ella quien originalmente filtró información a los medios para intentar controlar la narrativa.

Además, Lively intentó influir en la manera en que se desarrollaría su interrogatorio legal, solicitando que cualquier otro abogado la interrogara excepto Freedman. No obstante, la jueza denegó su petición y dejó claro que la actriz no tendría ningún trato especial en este proceso.

El golpe final llegó cuando la jueza ordenó que ambas demandas se fusionaran en un solo caso, acelerando el proceso y evitando un litigio prolongado. Este fallo dejó claro que la batalla legal se desarrollará de manera mucho más intensa de lo que Lively esperaba.

Con todos estos reveses en su contra, la pregunta que surge es: ¿seguirá Blake Lively adelante con esta lucha, o reconsiderará su estrategia antes de que la situación empeore aún más?

El enfrentamiento apenas comienza y, de seguir esta tendencia, podría convertirse en uno de los juicios más mediáticos de Hollywood en los últimos años.