La Disputa Histórica por Sonora: El Estado Mexicano que Estados Unidos Quiso Conquistar

A finales del siglo XVII, Estados Unidos inició su legendaria expansión hacia el oeste tras obtener su independencia. Esta política expansionista, guiada por la doctrina del Destino Manifiesto, llevó al país a una serie de conflictos territoriales que cambiarían la historia del continente.

Entre las disputas más significativas, se encuentra la guerra contra México (1846-1848), que culminó con la anexión de vastos territorios como California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada y Utah.

Sin embargo, lo que muchos desconocen es que Estados Unidos también tuvo su mirada puesta en otro territorio estratégico al sur de la frontera: el estado de Sonora.

El Estado Méxicano más codiciado de EEUU

Sonora, ubicado en el noroeste de México, representaba un botín codiciado por su riqueza natural, su extensión territorial y su cercanía con los nuevos territorios estadounidenses.

Aunque la mayor parte de su geografía es desértica, la región contaba con abundantes recursos minerales, una importante producción agropecuaria y acceso al Golfo de California, lo que la hacía estratégica para la expansión comercial y militar de Estados Unidos.

A lo largo del siglo XIX, diversos intentos fueron realizados para controlar Sonora. En 1853, el Tratado de La Mesilla, firmado entre México y Estados Unidos, permitió a los estadounidenses comprar una porción del territorio que hoy forma parte de Arizona y Nuevo México.

Sin embargo, los intereses expansionistas no se detuvieron ahí. Empresarios y aventureros estadounidenses, como William Walker, intentaron invadir Sonora con la intención de anexarla y convertirla en una república independiente que eventualmente sería absorbida por Estados Unidos.

Aunque estos intentos fueron frustrados, dejaron en claro la ambición del vecino del norte por controlar la región.

Sonora ha sido históricamente una región clave para México. Con una extensión territorial mayor que países como Uruguay o Portugal, su economía ha estado dominada por la agricultura, la ganadería y la minería.

Sus valles fértiles, como el del Yaqui y el Mayo, han sido fundamentales para la producción de trigo, maíz y otros cultivos, mientras que su actividad pesquera en el Golfo de California la ha convertido en una de las principales productoras de mariscos del país.

Culturalmente, Sonora también tiene un legado significativo. Su gastronomía, basada en la carne asada y la machaca, refleja su tradición ganadera. Además, la tribu de los seris, uno de los pueblos indígenas más emblemáticos de la región, ha conservado sus costumbres y su lengua a lo largo de los siglos, resistiendo las presiones de la modernización.

Hoy, Sonora sigue siendo un estado clave en el desarrollo económico de México. A pesar de los intentos históricos de Estados Unidos por apropiarse de su territorio, su identidad y su valor estratégico continúan siendo un símbolo de la resistencia y la soberanía mexicana.