Raúl Velasco: ¿El peor enemigo de los artistas mexicanos?

Raúl Velasco, uno de los conductores de televisión más longevos y polémicos en la historia de México, se convirtió en un referente del espectáculo gracias a su programa Siempre en Domingo.

Durante años, este espacio fue la plataforma ideal para lanzar carreras artísticas, pero detrás del brillo y la fama se esconde una realidad que muchos artistas mexicanos vivieron en carne propia: el supuesto malinchismo del conductor.

El “filtro” de Raúl Velasco

Aparecer en Siempre en Domingo no era fácil. Velasco insistía en que su programa “no hacía artistas, sino que presentaba a quienes ya eran famosos”. Esto significaba que los nuevos talentos necesitaban influencias o el respaldo de disqueras poderosas para obtener una oportunidad.

Mientras tanto, artistas extranjeros como Julio Iglesias, Camilo Sesto y Raphael eran recibidos con honores, comidas en su casa y una promoción sin igual. En contraste, muchos artistas nacionales se encontraron con un trato frío y hasta humillante.

Testimonios de maltrato y humillaciones

Numerosos cantantes han hablado sobre las dificultades que enfrentaron con Velasco. Un caso famoso es el de Jorge “Coque” Muñiz, quien fue duramente regañado en vivo por hacer playback durante el Festival OTI. Además, según el propio Muñiz, Velasco lo ridiculizó al decirle que estaba “muy cachetón” frente a todos, causándole gran vergüenza.

Otra historia relevante es la de Lucha Villa, una de las voces más icónicas de la música ranchera. Se dice que cuando pidió un aumento en los viáticos que recibía para asistir al programa, Velasco le respondió de manera grosera, insinuando que mejor no volviera. Esto contrastaba con el trato especial que el conductor daba a figuras internacionales como Julio Iglesias, a quien incluso le pagaba el vuelo y lo recibía con un equipo especial en el aeropuerto.

Las órdenes de Emilio “El Tigre” Azcárraga

Pese a su influencia en Televisa, Velasco no era intocable. El dueño de la televisora, Emilio Azcárraga Milmo, fue una de las pocas personas que podía reprenderlo. Según diversas fuentes, Azcárraga le ordenó programar a Lucía Méndez a pesar de que Velasco consideraba que no tenía talento. Asimismo, en un episodio particularmente vergonzoso, Velasco humilló en vivo a un cantante conocido como “El Zorro”, pero se vio obligado a pedirle disculpas por presión de la directiva de Televisa.

El arrepentimiento de Raúl Velasco

Hacia el final de su carrera, el conductor reconoció que su carácter irascible y su éxito lo habían llevado a perder el piso. Admitió que se sentía avergonzado por la manera en que trató a muchos artistas. Sin embargo, su legado sigue siendo objeto de controversia, pues mientras algunos lo ven como un visionario del espectáculo, otros lo recuerdan como un obstáculo para el talento mexicano.

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