CIUDAD DE MÉXICO — En una de las confrontaciones verbales más encendidas del año, el legendario campeón mexicano Julio César Chávez Sr. rompió el silencio para lanzar una serie de declaraciones que no solo ridiculizaron la reciente victoria de Jake Paul sobre Mike Tyson, sino que además pusieron en entredicho toda su carrera boxística frente a la inminente pelea contra Julio César Chávez Jr. “¿A quién le ganó?”, preguntó el excampeón con sarcasmo, mientras el público rompía en aplausos.

“Con todo respeto, yo le hubiera dado mejor pelea a Paul que Tyson”, sentenció Chávez Sr. durante una entrevista televisada. “Tyson no tiró un solo golpe en toda la pelea. No puedes ganar una pelea sin tirar golpes. Paul no ha peleado con un verdadero peleador como mi hijo Julio.”

El ambiente, ya tenso, se tornó aún más combativo cuando el patriarca del boxeo mexicano pasó del análisis técnico a la burla abierta: “Esta vez, sí va a pelear contra alguien que le va a echar chingazos. Vamos a ver si de verdad aguanta.” Y con un tono entre serio y desafiante, remató en inglés: “This time, he’s going to get fucked.”

La sala estalló en aplausos, risas y tensión. No era simplemente una entrevista: era una declaración de guerra emocional y simbólica entre dos mundos opuestos del boxeo. Por un lado, la dinastía Chávez, forjada en sangre, sacrificio y técnica; por el otro, Jake Paul, el influencer convertido en boxeador que ha polarizado al deporte con su estilo mediático y provocador.

Jake Paul no se quedó atrás. En un momento que pasó rápidamente de cómico a ácido, cuando se le preguntó qué apodo le pondría a Julio César Chávez Jr., respondió sin vacilar: “Cocaína.” Una alusión directa y descarada al pasado de adicciones del peleador mexicano. La respuesta encendió la polémica. Chávez Jr., visiblemente molesto, le respondió sin titubeos: “Yo le regalaría un par de huevos… para que se le note que es hombre.”

Pero más allá de los insultos, Chávez padre dejó claro que ve esta pelea como un punto de inflexión en la carrera de su hijo: “Así como está entrenando Julio, hacía años que no lo veía así. Si sigue así hasta el día de la pelea, no hay por dónde Jake Paul le pueda ganar.” Agregó que, aunque respeta el impacto mediático que Paul ha tenido, “eso de verse mamadito y levantar pesas no significa nada en el ring. Ahí se necesita saber boxear, se necesita saber fajarse.”

La confianza del ex campeón no es gratuita. La historia del boxeo mexicano está cimentada en la técnica, la resiliencia y el corazón —valores que, según él, Jake Paul simplemente no conoce. “Jake Paul no es un peleador de verdad. Con todo respeto, ha llamado la atención, pero no sabe lo que es subir al ring con un hombre que ha sangrado por esto.”

El propio Chávez Jr., por su parte, también intervino: “Yo pienso que Jake nunca ha peleado con alguien como yo. Mike Tyson ya no era boxeador, eso no cuenta. No puede saber lo que le espera porque nunca lo ha vivido.”

Más allá del show mediático, la pelea —programada para el 28 de junio— representa un choque entre la vieja guardia del boxeo y la nueva era de celebridades en el cuadrilátero. Pero para la familia Chávez, no se trata solo de espectáculo: se trata de honor.

“Yo conozco a mi hijo, sé perfectamente lo que tiene. Si se mantiene así de serio, esta pelea va a terminar como todas las peleas de Julito: con la cabeza del rival entre las manos, derrotado,” remató Chávez Sr., con la mirada fija en la cámara y el aplomo de quien ha visto más guerras que palabras.

La pregunta que queda en el aire es simple pero demoledora: ¿Puede Jake Paul resistir cuando se acabe el show y comiencen los golpes de verdad?

Porque, como lo dijo el gran campeón con una sonrisa cargada de experiencia:
“Esto no es YouTube. Esto es boxeo. Y ahí, cabrón, no hay filtros.”