El misterio detrás de la vida real del “Rey de los Corridos” parecía haberse sepultado con el paso del tiempo. Pero más de tres décadas después, la única mujer que estuvo a su lado desde la gloria hasta la tragedia —Maricela Vallejos— finalmente ha hablado. Sus revelaciones no solo arrojan nueva luz sobre la muerte de Chalino, sino que también exponen las sombras profundas en la vida de un ícono de la música mexicana.

Una vida marcada por la violencia y la pobreza

Chalino Sánchez, cuyo nombre real era Rosalino Sánchez, nació en Las Flechas, Sinaloa, una zona rural azotada por la pobreza y la violencia. Su padre murió cuando él tenía solo seis años, dejándolo al cuidado de su madre junto con sus siete hermanos. A los 15 años, cometió un acto de violencia fatal al matar al hombre que había abusado de su hermana. Esto lo obligó a huir, comenzando una vida clandestina como “coyote” en Tijuana.

Al emigrar a Estados Unidos, su vida dio un giro radical. Trabajó en diversos oficios —lavaplatos, vendedor de autos, incluso traficante de drogas en pequeña escala— hasta que encontró en la música una vía de escape y expresión. Su historia, marcada por el sufrimiento, comenzaba a convertirse en leyenda.

Dolor familiar y una inspiración teñida de sangre

La muerte de su hermano Armando, asesinado en un hotel de Tijuana, fue el punto de inflexión que lo llevó a escribir su primer corrido: “Recordando a Armando Sánchez”. En prisión, descubrió su talento para contar historias a través de la música, escribiendo canciones para narcotraficantes analfabetos a cambio de dinero, relojes o armas.

Con el apoyo de Ángel Parra y más tarde Pedro Rivera (padre de Jenni Rivera), su carrera se disparó. A pesar de no tener formación musical y de cantar “fuera de tono” según sus propias palabras, su estilo crudo y auténtico conquistó al público.

El tiroteo de Coachella y el inicio del fin

El 25 de enero de 1992, mientras actuaba en Coachella, California, Chalino fue atacado a tiros por un hombre en estado de ebriedad y bajo los efectos de la heroína. Aunque sobrevivió, el incidente marcó un antes y un después. Chalino comenzó a temer por su vida y se volvió más cauteloso.

Solo cuatro meses después, en Sinaloa, recibió un papel sospechoso durante un concierto. Se cree que era una amenaza de muerte. Esa misma noche, fue interceptado por hombres armados que se hicieron pasar por policías. A la mañana siguiente, el 16 de mayo de 1992, su cuerpo fue encontrado a la orilla de una carretera: con los ojos vendados, señales de tortura y dos disparos en la cabeza.

El silencio de 32 años… y su ruptura

Después de décadas de silencio, su viuda Maricela Vallejos ha revelado aspectos clave de la vida de Chalino. Según ella, fue su tío, Bautista Villegas, quien introdujo a Chalino en el mundo del narcotráfico y la violencia. Chalino lo admiraba profundamente, al punto de dedicarle un corrido, pese a que Bautista fue asesinado brutalmente con más de 60 disparos.

Maricela también confirmó que ni ella ni sus hijos recibieron regalías por la música de Chalino, ya que él había vendido todos sus derechos a la disquera Musart para poder comprar una casa en Los Ángeles.

Una tragedia heredada: la muerte de Adán Sánchez

En 2004, la tragedia volvió a golpear a la familia. Adán Sánchez, el hijo de Chalino, murió en un accidente automovilístico a los 19 años. Prometía seguir los pasos de su padre, y su muerte causó una conmoción masiva, con más de 6.000 personas asistiendo a una vigilia en Los Ángeles.

Legado eterno y regreso a la pantalla

Más de 150 corridos han sido compuestos en honor a Chalino Sánchez. Su voz ha sido reutilizada en nuevas producciones, y su influencia se ha extendido incluso fuera del género regional mexicano. El rapero Snoop Dogg, entre otros, ha reconocido su impacto.

En febrero de 2022, se lanzó un pódcast titulado Ídolo: La Balada de Chalino Sánchez, que explora su vida y asesinato. Además, se está preparando una serie biográfica con el actor David Castañeda como protagonista.