En un giro inesperado que ha dejado perplejos a muchos usuarios en redes sociales, las contradicciones en el testimonio de Vivian – la mejor amiga de Valeria Márquez – han sido expuestas a través de un video que analiza cada detalle con precisión milimétrica. ¿Podría un simple envío de regalos esconder algo más profundo? La gran pregunta es: ¿cómo es posible que ambos obsequios hayan llegado casi al mismo tiempo si, según Vivian, fueron enviados con más de 10 minutos de diferencia?


Según el análisis revelado por un video investigativo, el canal utilizó herramientas como Google Maps para ubicar las tiendas cercanas al lugar del hecho – incluyendo Starbucks, Miniso y una florería – y cotejar esta información con la declaración de Vivian. Ella afirma haber ordenado primero un peluche desde Miniso, luego intentó enviar flores, y tras enfrentar problemas con la entrega, decidió finalmente pedir una bebida de Starbucks.

Sin embargo, los cálculos del video indican que, si esa cronología fuese cierta, Vivian habría tardado entre 8 y 12 minutos en todo el proceso de cambio de decisión. Eso haría que la entrega simultánea de los regalos – con solo segundos de diferencia – fuese virtualmente imposible. Esta sincronización sospechosa ha sido comparada con una “fuerza invisible” que lo orquestó todo a la perfección.

El presentador también señala que en los videos de vigilancia, el pedido de Starbucks llegó primero, mientras que, según el testimonio de Vivian, la bebida fue el último artículo encargado. Esta inversión en el orden de entrega genera dudas importantes sobre la veracidad de su versión.

Además, el detalle de las flores – que Vivian dijo no poder enviar por falta de repartidor – ha sido calificado como una posible “distracción” para justificar el lapso entre los pedidos. ¿Fue una forma de confundir a la audiencia? ¿O simplemente una coincidencia que parece demasiado perfecta?

Lo relevante es que el presentador insiste en que su intención no es acusar a nadie, sino ofrecer un análisis lógico y objetivo basado en datos concretos y en la línea del tiempo. También anunció que se consultará a expertos, como el psicólogo forense Nico Castillo, para garantizar que cualquier lectura de lenguaje corporal sea profesional y precisa.

Al final, la verdadera interrogante no es si Vivian tiene culpa o no, sino: ¿por qué hay tantas irregularidades en una historia que debería ser sencilla? ¿Y podrían estos pequeños detalles abrir una nueva línea de investigación en el caso de Valeria Márquez?

El público sigue a la espera de los próximos pasos por parte de las autoridades – y la verdad, tal vez, apenas comienza a salir a la luz.