Baja asistencia, críticas y comparaciones: La gira “Libre Corazón” de Ángela Aguilar enfrenta su momento más difícil

Lo que prometía ser una gira ambiciosa, cargada de emoción y propósito, se está viendo empañada por una ola de críticas, escasa asistencia y un creciente descontento en redes sociales. “Libre Corazón”, el tour más reciente de la cantante Ángela Aguilar, ha enfrentado una respuesta tibia del público, a pesar de haber sido presentada como una celebración de la música, el empoderamiento y hasta con un componente altruista: parte de las ganancias, se anunció, serían destinadas a una causa social en Estados Unidos.

Sin embargo, los resultados no han sido los esperados. En plataformas como TikTok y X (antes Twitter), numerosos usuarios han reportado una notable disponibilidad de boletos para los conciertos programados. Fotografías de secciones vacías y comparativas con otras giras han comenzado a circular, generando comentarios sobre el posible fracaso de esta etapa en solitario para la joven artista.

Lo que ha alimentado aún más la controversia es la decisión de excluir a México de su gira. Un detalle que para muchos no pasó desapercibido. Usuarios en redes interpretaron la omisión como una estrategia para evitar el rechazo de parte del público mexicano, que ha sido particularmente crítico con Ángela en los últimos meses.

La frase que se ha viralizado en TikTok —“Soy de Texas y viajaré a Guadalajara a ver a Cazzu”— se ha convertido en símbolo de la postura de muchos internautas, quienes no solo han optado por no asistir a los conciertos de Aguilar, sino que incluso están expresando abiertamente su preferencia por Cazzu, la rapera argentina y actual pareja del cantante Christian Nodal, con quien Ángela Aguilar fue recientemente relacionada en una controvertida historia de amor.

Este nuevo panorama ha dividido a los fans de la música latina. Mientras algunos defienden a la hija de Pepe Aguilar por su talento vocal y su trayectoria, otros consideran que sus últimas declaraciones y decisiones personales han afectado gravemente su imagen pública, especialmente entre el público mexicano que alguna vez la celebró como “la princesa del regional mexicano”.

A esto se suma el hecho de que la gira Libre Corazón fue anunciada con gran entusiasmo, prometiendo una experiencia musical íntima y poderosa. El título hacía alusión a un nuevo capítulo personal y artístico de la joven cantante. No obstante, la respuesta en taquilla parece contar una historia diferente.

Especialistas en la industria han comentado que, más allá del talento innegable de Ángela, el desgaste mediático ha influido en la percepción del público. “La gente no olvida. Y hoy, más que nunca, los artistas están expuestos a la opinión masiva. Cualquier error, real o interpretado, puede costar caro”, señaló un promotor de conciertos que prefirió mantenerse en el anonimato.

Lo que es innegable es que la figura de Ángela Aguilar se encuentra en un punto de inflexión. Mientras unos aún aplauden su voz, su disciplina y su herencia musical, otros le reclaman falta de humildad y una supuesta desconexión con sus raíces.

En este contexto, el éxito o fracaso de “Libre Corazón” podría marcar un antes y un después en su carrera. Si bien las giras pueden recuperarse con promociones y reestructuras, la percepción pública es mucho más difícil de revertir. Ángela, quien alguna vez fue vista como la nueva gran promesa del regional mexicano, enfrenta ahora el reto de reconstruir su relación con el público… o de redefinir su camino artístico hacia una audiencia distinta.

Por ahora, los conciertos programados siguen en pie, y queda por ver si la cantante logrará revertir la tendencia negativa y reconectar con quienes alguna vez la ovacionaron.

Lo cierto es que, en una industria tan cambiante y expuesta, cada paso —y cada silencio— cuenta. Y aunque el talento de Ángela Aguilar no está en duda, su futuro dependerá de algo más que una buena voz: necesitará reconquistar la confianza y el corazón de su público.