“No están entre nosotros, pero su arte sigue haciendo historia: Zulinka promete continuar con el legado de su padre.

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En las últimas semanas, el merengue dominicano ha perdido a dos de sus grandes exponentes: Rubby Pérez y Diómedes Núñez.

Su partida marca el cierre de dos agrupaciones importantes que dejaron huella en la historia musical del país. Sin embargo, sus legados no quedarán en el olvido, ya que sus familiares y allegados han expresado su deseo de continuar con la música que ellos defendieron durante años.

Zulinka, hija de Rubby Pérez, anunció que seguirá con la orquesta de su padre, mientras que el representante de Diómedes confirmó que él deseaba que su grupo «Mío» no desapareciera.

A lo largo del tiempo, varios merengueros han tenido continuidad en sus proyectos musicales gracias a familiares o compañeros. Uno de los ejemplos más exitosos es el de Jandy Ventura, hijo del icónico Johnny Ventura, quien ha dedicado su carrera a preservar y difundir la música de su padre.

El show “Johnny Vive”, presentado durante cuatro sábados en el Teatro La Fiesta, ha sido una muestra de respeto, cariño y conexión con el público que siempre admiró al “Caballo Mayor”.

Otros casos muestran caminos diferentes. Cuando Aneudy Díaz, figura clave del Conjunto Quisqueya, falleció en 1993, el grupo decidió no continuar. Sus compañeros sintieron que con él también se iba el alma del conjunto.

No obstante, años después, Chucky, Javish, Adib y otros músicos decidieron revivir el grupo, llevando nuevamente sus tradicionales merengues navideños a los escenarios y manteniendo viva la esencia de la agrupación.

The New York Band también vivió un duro golpe con la muerte de su vocalista y líder Cherito en 2019. Aunque su fallecimiento dejó un vacío enorme, ya en 2016 los integrantes habían vuelto a reunirse tras un homenaje en Premios Soberano.

Esa presentación permitió que el grupo se reencontrara con su público y demostró que el merengue tiene la capacidad de renovarse y mantenerse vigente incluso en medio del dolor.

Finalmente, la historia de Félix Cumbé también continúa a través de su hija Katty Cumbé, quien formó parte de su orquesta como cantante y pianista.

Ahora, bajo el nombre “Katty Cumbé the Legacy”, ella asume el reto de seguir difundiendo el repertorio musical de su padre.

Todos estos ejemplos reflejan que el merengue no solo es un género musical, sino una tradición que se hereda, se honra y se mantiene viva con pasión y compromiso.