Una boda que paralizó a una nación, pero… ¿fue realmente una historia de amor genuina?
Casi tres décadas después de que Lucero y Manuel Mijares se dieran el “sí, acepto” en una de las ceremonias más televisadas en la historia de México, una incómoda pregunta sigue rondando entre los seguidores más leales: ¿Fue aquella boda un montaje cuidadosamente planeado desde los pasillos de Televisa, más que un acto de amor verdadero?

Cuando los medios se convirtieron en protagonistas

El 18 de enero de 1997, la boda de Lucero y Mijares fue transmitida en vivo por Televisa desde el Colegio de las Vizcaínas. Fue un evento majestuoso, seguido por millones de personas en México, Estados Unidos y toda América Latina. El vestido de Lucero, la emoción de Mijares y cada detalle del enlace fueron celebrados como un verdadero cuento de hadas.

Pero lo que muchos no sabían es que cada escena parecía parte de un guion cuidadosamente orquestado. Años después, excolaboradores de Televisa revelaron que nada de lo que ocurrió ese día fue dejado al azar.

Rumores de un “acuerdo estratégico”

Según fuentes anónimas citadas por distintos medios desde el año 2010, pudo haber existido un acuerdo estratégico entre la televisora y ambos artistas, que buscaba consolidar sus carreras mediante una unión mediática que captara la atención del continente.

Lucero, en ese entonces la reina de las telenovelas, y Mijares, uno de los cantantes más exitosos, se encontraban en un punto de inflexión en sus trayectorias. Una boda monumental no solo garantizaba altos niveles de audiencia, sino que además reforzaba la imagen pública de ambos como “la pareja perfecta de México”.

Algunas teorías aún más polémicas afirman que incluso el noviazgo previo habría sido cuidadosamente coreografiado como parte de una “campaña de marketing amoroso” sin precedentes.

¿Pero el amor fue real?

A pesar de las especulaciones, no se puede ignorar un hecho fundamental: Lucero y Mijares compartieron 14 años de vida matrimonial y formaron una familia con dos hijos. Para muchos observadores, si alguna vez existió un propósito comercial detrás del matrimonio, ese plan se convirtió en algo genuino e irrepetible.

Además, la forma en que ambos se han comportado tras su separación —apareciendo juntos en escenarios, apoyándose mutuamente y criando a sus hijos con respeto— sugiere que entre ellos hubo mucho más que una relación pactada.

¿Qué dicen los protagonistas?

Ni Lucero ni Mijares han confirmado o negado públicamente estos rumores. En una entrevista, Lucero declaró con serenidad:
“El amor tiene muchas formas. Lo que vivimos fue una etapa hermosa, y eso fue real.”

Por su parte, Mijares bromeó en una charla televisiva:
“Si eso fue un papel, entonces lo interpretamos por mucho tiempo… y bastante bien.”

Conclusión: ¿Fue un guion o fue verdad?

La pregunta sobre si la boda de Lucero y Mijares fue un montaje mediático tal vez nunca obtenga una respuesta clara. Pero, como ocurre con las mejores historias, lo esencial no es cuánto hubo de verdad, sino cuánta emoción despertó en quienes la vivieron desde el otro lado de la pantalla.

Y hasta hoy, sus canciones, sus recuerdos compartidos y la imagen de aquella “pareja perfecta” siguen viviendo en el corazón de millones, independientemente de cómo comenzó todo.