Caramelo explotó de indignación al ver que lo están pidiendo de vuelta en su antiguo trabajo, y su reacción fue tan fuerte que dejó claro que no piensa retroceder. Aseguró que lo que vivió ahí ya quedó atrás, y que hoy lo que busca es seguir construyendo algo nuevo con dignidad.

VER ABAJO VIDEO: «NO VOLVERÉ A MI ANTIGUO TRABAJO… SIGAN HABLANDO, MIENTRAS SIGO FACTURANDO». (CARAMELO).

Dijo que no soporta que lo idealicen como si todo en ese lugar hubiese sido perfecto, cuando hubo momentos oscuros que nadie ve. Su orgullo está intacto, porque ha aprendido a valorarse y a exigir respeto en donde decide estar.

También dejó claro que su crecimiento personal y profesional no cabe en moldes viejos, ni en roles que ya no le sirven. Si alguien cree que volvería bajo esas viejas condiciones, está muy equivocado.

La rabia no solo vino por lo que le reclaman, sino también por lo que significa: querer controlar su historia desde afuera. Eso le provocó una mezcla poderosa de defensa, libertad y autoafirmación.

Este episodio le reveló al público que ser fiel a uno mismo duele, molesta, pero también libera. Y Caramelo, al colocarse al borde, nos recuerda que no hay renuncia posible cuando se trata de honor propio.