La elección de Lina Luaces como Miss Universe Cuba generó un intenso debate que rápidamente se viralizó en las redes sociales. Aunque muchos celebraron la histórica participación cubana en el certamen internacional, una parte del público expresó su inconformidad por el origen de la joven. Lina nació en Estados Unidos y nunca ha residido en la isla, lo que provocó que varios usuarios cuestionaran si realmente debía ser la encargada de llevar la banda nacional.

 

La polémica aumentó cuando se confirmó que representaría a Santiago de Cuba, pese a no tener vínculos directos con esa provincia. Algunos consideraron esta decisión una falta de autenticidad, mientras otros señalaron que su español podría no ser lo suficientemente fluido para desenvolverse en entrevistas oficiales. Los comentarios, a favor y en contra, inundaron plataformas como Instagram, X y Facebook, alimentando un debate que trascendió fronteras.

 

Lili calificó las críticas como injustas y desalentadoras, sobre todo porque, por primera vez, la comunidad cubana tiene la oportunidad de llevar una candidata al concurso sin restricciones políticas. Para ella, el debate debería centrarse en apoyar los sueños de las jóvenes cubanas y no en desacreditarlas. Con su mensaje, invitó al público a valorar el esfuerzo, preparación y deseo genuino de Lina por llevar el nombre de Cuba en un escenario mundial.