Elizabeth Gutiérrez Nevárez nació el 1 de abril de 1979 en Los Ángeles, California, de padres mexicanos. Su padre es originario de Jalisco y su madre de Durango.

Fue la menor entre seis hermanas y tiene también un hermano. En su infancia temprana, cuando tenía cinco años, su familia regresó a Jalisco, donde vivió parte de su primaria en un colegio de monjas. Ya alrededor de los diez años se mudaron de nuevo a Estados Unidos junto con su familia.

Su madre ha sido una figura clave en su vida. Elizabeth ha contado en varias entrevistas que fue su mamá quien creyó en ella desde los primeros intentos para entrar al mundo del modelaje y la actuación. Incluso relató que su mamá la llevaba “a escondidas” de su papá para que pudiera hacer sesiones fotográficas, ya que él no estaba muy convencido de que le dedicara su vida artística.


Su relación con William Levy y sus hijos

Uno de los aspectos centrales de la vida familiar de Elizabeth es la relación de muchos años con el actor cubano William Levy. Aunque no estuvieron casados formalmente, su vínculo sentimental fue público y prolongado, con idas y venidas, y con momentos muy expuestos a los medios.

De esa relación nacieron dos hijos:

Christopher Alexander, su hijo mayor, nacido en 2006.

Kailey Alexandra, su hija, nacida en marzo de 2010.

Elizabeth ha dicho en entrevistas que sus hijos son su mayor inspiración. Que muchas de sus decisiones —profesionales y personales— giran en torno al bienestar de Christopher y Kailey.

En 2024 se confirmó la separación definitiva entre Elizabeth y William Levy después de más de 20 años en los que su relación tuvo reconciliaciones y rupturas intermitentes.

Elizabeth ha hablado públicamente de su amor hacia William, incluso tras la separación, expresando que siempre lo respetará como padre de sus hijos y que guarda sentimientos de cariño, aunque también que esta nueva etapa requiere otro enfoque; el de la madre que tiene que dar fortaleza, estabilidad y ejemplo.


Equilibrando vida profesional, vida personal y valores

Después de años donde su vida pública con William Levy fue muy visible (a veces con controversias, rumores y altibajos), Elizabeth ha declarado que atraviesa una fase de “ajustes”, crecimiento personal y reconexión consigo misma.

Ella ha enfatizado que su prioridad es siempre el bienestar de sus hijos; que toma decisiones con ellos en mente, tanto lo que aceptará profesionalmente como lo que permitirá que ellos vean de su vida personal.

En cuanto a los rumores sentimentales, ha sido clara: tras la separación, se ha mantenido soltera, evitando vinculaciones públicas que distorsionen su imagen o puedan afectar emocionalmente a sus hijos. También ha hecho declaraciones criticando los prejuicios que enfrentan las mujeres cuando su vida sentimental se vuelve tema de titulares, independientemente de su profesionalismo o de sus propios valores.


Su papel como madre, legado familiar y creencias

Elizabeth ha dicho con frecuencia que la maternidad cambió su mundo. Que ser madre implica anteponer las necesidades de sus hijos, formarles carácter, valores, responsabilidad, y ayudarles a perseguir sus sueños.

Ha hablado del aprendizaje que ha recibido de su propia madre: de su fuerza, de su capacidad de sacrificio, de su fe, de cómo manejaba las adversidades manteniendo dignidad y amor. Esa herencia familiar sigue acompañándola en sus decisiones.

También la fe u orientación espiritual aparece como una referencia en muchas de sus declaraciones: habla de gratitud, de crecimiento interno, de luchar un día a la vez, y de valorar lo que cada etapa de la vida le ha enseñado.


Estado actual: soltera, firme, con planes

En los últimos tiempos, Elizabeth ha dejado claro que está viviendo una etapa de consolidación personal. Está enfocada en su carrera como actriz —ha comentado proyectos nuevos, como la comedia romántica Eva y Adán que protagoniza —y ya no depende de su relación sentimental para definir su valor artístico o su estilo de vida.

Ella misma declara que no necesita un romance para triunfar —para ella, el éxito viene de estar comprometida con los proyectos que la hacen crecer, con integridad, y con los valores personales que siempre ha defendido.

Además, se le ha visto retomar su presencia en producciones como Velvet: El nuevo imperio con papeles más fuertes, con personajes que le permiten mostrar no solo belleza, sino carácter, presencia, madurez.


Reflexión final

Elizabeth Gutiérrez representa un ejemplo de alguien que, habiendo crecido entre culturas (Estados Unidos y México), con raíces mexicanas profundas, con desafíos familiares y relaciones públicas complicadas, ha logrado mantener firme lo que para ella importa: su familia, sus hijos, sus valores, su fe, y su profesionalismo.

Su historia con William Levy, aunque ya concluida en la pareja romántica, sigue siendo un vínculo familiar importante pues comparten la responsabilidad de criar y educar a Christopher y Kailey.

Hoy, Elizabeth parece encontrarse en un lugar de su vida en el que ha aprendido de lo vivido, de los errores, de los triunfos, y se plantea hacia adelante con esperanza, con proyectos, con límites claros sobre lo que quiere para sí misma y para sus hijos, sencilla pero decidida.