En el mundo del boxeo, Saúl “Canelo” Álvarez ha enfrentado a campeones mundiales, noqueadores temibles y rivales de gran técnica.

Sin embargo, su próximo enfrentamiento en Arabia Saudita no solo lo pondrá frente a un nuevo oponente sobre el ring, sino que también lo llevará a enfrentar un reto inédito: combatir a las 6 de la mañana, hora local, debido a la diferencia de huso horario con América. Esta situación ha generado un debate interesante entre expertos, fanáticos y colegas, como el legendario Juan Manuel “Dinamita” Márquez.

Durante una charla vía Zoom con el comentarista Ricardo Celis en el programa Boxing al Día, Márquez abordó con claridad los desafíos que Canelo y su equipo enfrentarán. “El rival más difícil no será William Scull, sino el horario”, afirmó el excampeón. Y no es para menos: pelear a una hora tan atípica rompe con años de rutina, preparación física y mental acostumbradas a funciones nocturnas.

El evento, que se llevará a cabo el domingo 4 de mayo en Arabia Saudita (sábado 3 por la noche en México y EE.UU.), también afectará a otros boxeadores como Jaime Munguía y Marco Verde, quienes subirán al ring a las 4 y 2 de la mañana, respectivamente. La logística de esta cartelera responde al deseo de captar la audiencia del continente americano en horarios televisivos convencionales, pero plantea retos importantes para los púgiles.

Dinamita Márquez, con la voz de la experiencia, recordó cuando él mismo peleó en Indonesia contra Chris John. “Me fui diez días antes para aclimatarme”, comentó. Canelo, por su parte, planea llegar tres semanas antes a Arabia para adaptarse no solo al cambio horario, sino también al clima y las costumbres locales. “El cuerpo humano es mágico, se adapta, pero no de la noche a la mañana”, advirtió Márquez.

El tema del jet lag, la alteración del ritmo circadiano y el impacto fisiológico de pelear cuando normalmente el cuerpo está en reposo, son elementos que no pueden subestimarse. A eso se suma una diferencia cultural importante: en Arabia Saudita no se permite el consumo de alcohol, lo cual cambiará el ambiente habitual de una función boxística, especialmente para los fans mexicanos que están acostumbrados a acompañar el espectáculo con una cerveza o tequila en mano.

Pese a estas dificultades, hay una razón poderosa por la cual Canelo y muchos otros boxeadores están aceptando pelear en suelo saudí: los impuestos. En Estados Unidos, los atletas pueden llegar a pagar hasta un 43% de sus ganancias en impuestos. En Arabia Saudita, los extranjeros solo pagan un 5%, lo que representa un ahorro millonario. “Si Canelo gana 80 millones de dólares en esta pelea, en Nueva York pagaría más de 34 millones en impuestos. En Arabia, solo 4 millones”, explicó Celis.

Además, esta pelea forma parte de un contrato de cinco combates que Canelo tiene con la promotora Turki Al-Sheikh, lo que significa que este tipo de eventos podrían volverse la norma para el campeón mexicano en los próximos años. También representa una oportunidad para proyectar a sus compañeros de equipo, como Jaime Munguía y Marco Verde, quienes ahora forman parte de su escuadra.

Respecto a la pelea de Munguía frente a Bruno Zace, una revancha esperada tras la sorpresiva derrota anterior, Márquez fue claro: “Jaime estaba peleando cómodo, pero cometió un error, bajó la guardia y Zace lo aprovechó con una derecha letal”. Ahora, con Eddy Reynoso en su esquina, se espera un enfoque más disciplinado. Ambos comentaristas coincidieron en que Munguía tiene el poder y las herramientas para ganar por nocaut, siempre que mantenga la concentración.

Por último, el mensaje de ambos expertos fue claro: los boxeadores que quieran llegar a la cima mundial deben adaptarse a los nuevos escenarios del boxeo global. Las peleas en la madrugada, en territorios desconocidos y bajo condiciones inusuales, son ahora parte de una industria que se mueve por audiencias globales y oportunidades fiscales.

En resumen, el combate de Canelo Álvarez en Arabia Saudita es mucho más que una pelea más en su carrera. Es un símbolo de cómo el boxeo se ha internacionalizado, adaptándose a nuevas plataformas, mercados y realidades. Y aunque pelear a las 6 de la mañana puede parecer una locura, para Canelo, Jaime Munguía y otros, es simplemente el precio del éxito en una era donde el ring no tiene fronteras ni horarios.