
Salí del Hotel Oberoi . Las luces de neón proyectaban pálidos reflejos en mi rostro cansado. Bombay seguía viva, ruidosa, caótica, pero…

Un joven multimillonario rescata a una niña inconsciente aferrada a dos bebés gemelos en una plaza invernal. Pero cuando despierta…

Maya Williams había servido aпteriormeпte a familias adiпeradas, aυпqυe la casa de los Blake era siпgυlar. Todas las sυperficies…

Me quedé frente al espejo, ajustando el birrete de graduación por décima vez. Los dedos me temblaban, pero no de…

Valerie abrió su cartera, contó los pocos billetes arrugados que había dentro y dejó escapar un gran suspiro. El dinero…

Hace ya muchos años, Miguel y yo llevábamos siete años de matrimonio. Desde el mismo día en que nos unimos…

El zumbido de los motores del avión creaba una especie de canción de cuna a la que pocos podían resistirse….

“Una camarera humilde y de piel negra, acostumbrada a soportar las humillaciones de clientes arrogantes, jamás imaginó que un millonario…

El SEO humilló a la limpiadora, pero cuando llega su esposo se arrepiente. No olvides comentar desde qué país nos…

Julia salía del metro con el cabello alborotado y el uniforme arrugado por el apretón de la gente. Eran casi…

La entrevista —si ese nombre merecía— duró menos que una ráfaga de viento en las lomas. Alejandro no le ofreció…

El murmullo en la sala se quebró como un vidrio al caer cuando la niña de trenzas oscuras se puso…

En el fraccionamiento más exclusivo de Guadalajara, donde los guardias saludaban con guantes blancos y las buganvilias parecían recortadas a…

A las tres en punto, como si el reloj se hubiera puesto de acuerdo con mis recuerdos, sonó el timbre….

El Aula 12 del Instituto San Bartolomé despertaba cada mañana con un olor a madera vieja y tiza húmeda….

La hacienda Los Jazmines parecía sacada de una postal antigua: arcos de cantera rosa, buganvilias trepando sobre balcones de hierro,…

A esa hora en que los pasillos de un hospital suenan más a nevera que a vida, los fluorescentes del…

La noche había caído sobre la carretera de terracería como una manta húmeda. Un viento tibio arrastraba polvo y aroma…

Me llamo Hilda Guadalupe Morales y escribo estas líneas a mis setenta y tres años, con una taza de té…

La marcha del órgano subía como una ola y retrocedía como un suspiro de piedra. La Catedral Metropolitana, con su…