La Trágica Muerte De ROSITA QUINTANA Su único hijo la maltrataba

Rosita Quintana, conocida como “la Argentina más mexicana”, fue una de las figuras más queridas del cine y la música ranchera mexicana. Su talento, carisma y voz encantaron a generaciones enteras, pero su vida, marcada por la fama y el éxito, terminó de manera trágica y solitaria, debido al cruel abandono y desprecio de su único hijo, Nicolás Kogan.

Nacida el 15 de julio de 1925 en Buenos Aires, Argentina, Rosita mostró desde pequeña su pasión por la música. A los 15 años debutó como cantante en una de las orquestas más prestigiosas de su país. Sin embargo, fue en México donde alcanzó la fama y se convirtió en una de las grandes estrellas del cine de oro mexicano, participando en películas como Calabacitas tiernas y La última noche. Su vida parecía un cuento de hadas, pero, en el trasfondo, se desarrollaba un drama familiar que muchos desconocían.

Rosita se casó con el productor Sergio Kogan, con quien tuvo a su único hijo, Nicolás. Sin embargo, su matrimonio no duró y terminó en divorcio, pero Rosita nunca dejó de luchar por su hijo, dedicándole su amor y esfuerzos. A pesar de sus sacrificios, la relación con Nicolás comenzó a deteriorarse con el tiempo. Mientras su madre alcanzaba nuevas alturas en su carrera, Nicolás, según algunas fuentes, se distanció por resentimientos acumulados. Se decía que no soportaba vivir bajo la sombra de una madre famosa y culpaba a Rosita de la ruptura de sus padres. A medida que Nicolás crecía, su indiferencia hacia ella aumentaba.

En sus últimos años, la salud de Rosita se vio gravemente afectada por un tumor en la glándula tiroides. Durante este difícil período, Rosita esperaba el apoyo de su hijo, pero lo que recibió fue un muro de indiferencia. Nicolás nunca estuvo a su lado en el hospital ni mostró interés en su bienestar. A pesar del dolor, Rosita nunca habló mal de su hijo, pero sí confiaba su sufrimiento a amigos cercanos. Uno de ellos, Jorge Lozano, fue su principal apoyo y testigo de la soledad que enfrentaba.

El 23 de agosto de 2021, Rosita Quintana falleció, dejando una huella profunda en la música y el cine mexicano. Sin embargo, lo que más sorprendió a quienes la conocían fue la actitud de su hijo, Nicolás. En lugar de estar presente en el funeral de su madre, Nicolás exigió que le pagaran el vuelo y los gastos de estancia para asistir. Si no se le cubrían estos costos, se negó a acudir. Esta actitud dejó a todos sorprendidos y consternados, mostrando un nivel de egoísmo inimaginable.

La ausencia de Nicolás en el funeral y su actitud distante durante los últimos años de vida de Rosita fueron la expresión más cruel de una relación rota. A pesar de su legado en el cine y la música, la historia de Rosita Quintana es un recordatorio doloroso de cómo el desamor de un hijo puede destruir incluso a las estrellas más brillantes. Su legado perdura en la memoria de quienes la admiraron, pero la indiferencia de Nicolás dejó una sombra imborrable sobre su final.