Actor de novelas rompe el silencio sobre su complicada situación al ser chófer en Estados Unidos, tras caer en la ruina, ¿teme ser deportado?

Andrés Felipe Martínez triunfar en las novelas, hoy es chofer en Estados UnidosCréditos: Internet

Ciudad de México.- Después de haber caído en la ruina a causa del desempleo que enfrentó en México y su país natal, Colombia, un reconocido actor de novelas, como Pasión de Gavilanes, acaba de hablar lo complicada que es su vida actualmente mientras que trabaja como chófer de Estados Unidos, en medio de todo el drama que se vive con los inmigrantes y las nueves leyes de Donald Trump, ¿teme ser deportado?

Martínez, hoy tras más de 30 años de carrera en el mundo del espectáculo, desenvolviéndose como actor, guionista y dramaturgo, tanto en televisión como en teatro, resaltando en producciones como Pobre Pablo, La Baby Sister y Pablo Escobar, entre muchos otros más. Sin embargo, como le ha pasado a muchos actores de melodramas, las complicaciones ante el desempleo, lo llevaron a buscar un nuevo comienzo en el año del 2021, en Estados Unidos.

El colombiano, sumamente orgulloso de no dejarse vencer, recientemente ha hablado sobre el hecho de su situación en dicho país, recalcando que ha sido muy complicado dejar su pasión, pero que debido al bienestar de sus hijos y e futuro de ellos, encuentra la motivación suficiente para poder salir cada día, pero, que desafortunadamente la soledad es un reto aún mayor que las largas jornadas trabajando.

Con respecto a esto, declaró que al inicio, se enfrentó a duras labores físicas, cargando cajas pesadas y realizando tareas ajenas a lo que alguna vez fue su profesión, y ahora, a trabajar largas horas como conductor y repartidor en Atlanta, en el sector de transporte y logística: “Recibir un cheque cada 15 días, eso no tiene precio. Gracias a eso puedo enviar dinero y darles de comer a mis hijos, y eso vale más que cualquier otra cosa”.

Finalmente, declaró que realmente, desde que dejó los foros de grabaciones, no hace más que dedicarse a trabajar y cuando llega a su hogar lo que desea es dormir y eso es lo que hace, solo acostarse, asegurando que lo que más pega en estas situaciones al final, no es el cansancio, sino la soledad tan profunda a la que una se somete: “Trabajas, duermes, trabajas, duermes… y sin familia, es muy duro. Hay mucha soledad”.

Fuente: Tribuna del Yaqui